Cuando viajamos por el norte de España, hemos de tener en cuenta que uno de los destinos más populares para las familias con niños es, sin lugar a dudas, Cantabria y, más concretamente, el Parque de la Naturaleza de Cabárceno; y esto tiene que ver con el hecho de que quienes se acercan a él no solo pueden descubrir un espacio inolvidable, sino que, además de conocer parajes espectaculares, diseñados a partir de la belleza primitiva de su paisaje kárstico, podrán disfrutar observando a los ejemplares de las casi 150 especies animales de los cinco continentes que, casi en total libertad, lo habitan.
Los apasionados de la autocaravana tienen, además, la excusa perfecta para perderse en dicho entorno, ya que podrán pernoctar en un entorno privilegiado: una amplia zona de aparcamiento situada a las afueras del pueblo de Cabárceno y muy próxima al Lago del Acebo, en el que, además de conocer este hermoso humedal y de las particularidades de su rico ecosistema, podrán avistar distintas aves acuáticas.
El Parque de la Naturaleza de Cabárceno, construido sobre las 750 hectáreas de una antigua explotación minera a cielo abierto, está concebido con fines educativos, culturales, científicos y recreativos. Y seguir sus más de 20 kilómetros llevará a quienes se acerquen a dicho entorno a desfiladeros, lagos y atractivas figuras rocosas. No obstante, su indudable atractivo natural, que se podrá disfrutar detenidamente desde sus miradores y rutas botánicas, no es el único reclamo a tener en cuenta, sino que a este suma también otros como sus zonas de recreo, sus parques infantiles, sus merenderos, sus restaurantes y sus cafeterías.
Para concretar la visita al Parque de la Naturaleza de Cabárceno, es posible solicitar más información llamando al teléfono 902 210 112, o bien consultar la página oficial del mismo, en la que, además, se ofrece información acerca de cuál es la ruta más adecuada para llegar al mismo.
Además, y teniendo en cuenta las cualidades de la área de estacionamiento próxima a Cabárceno, quienes dispongan de más de una jornada para disfrutar de la zona, tendrán en el Lago del Acebo el punto de partida ideal para visitar los valles pasiegos o, incluso, para dirigirse al norte y conocer las playas cántabras o los encantos de los principales núcleos de población de la comunidad, en las que siempre es un placer perderse.
La primera parada, antes de llegar al litoral podría ser Santillana del Mar, donde una parada obligada es el Museo de la Prehistoria y Cuevas y, si fuere posible, la Cueva de Altamira. La visita a dicha cavidad tiene lugar todos los viernes, a las 10.40 horas, pero hay que tener en cuenta que únicamente pueden participar en el proceso de selección para acceder a las mismas cinco personas, todas ellas mayores de 16 años, que se encuentren visitando el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira entre las nueve y media y las diez y medida de la mañana de ese mismo día.
Tras esta visita, podrán continuar ruta hacia el oeste, y visitar, por ejemplo, Comillas, donde son parada obligada el Palacio de Sobrellano, obra el arquitecto catalán Joan Martorell para el primer marqués de Comillas, y El Capricho, una casa diseñada por Gaudí en el siglo XIX; y San Vicente de la Barquera, donde se conserva el castillo de San Vicente, una fortaleza medieval construida en 1210; o bien, dirigirse hacia el este, para visitar Santander, donde es visita obligada la península de La Magdalena, donde se encuentra el Palacio de La Magdalena, la playa del Sardinero, y el paseo y los jardines de Pereda.
Si se continúa hacia el este, también es obligada la parada en Laredo para disfrutar del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel; y aprovechar la visita para conocer el Faro del Caballo y, por supuesto, Santoña, donde degustar sus famosas anchoas.