Una excelente alternativa para disfrutar del fin de semana es sentarnos al volante de nuestra autocaravana y viajar a tierras extremeñas, dado que estos días se vive una circunstancia especialmente singular: la sequía ha dejado al descubierto un monumento megalítico que, durante décadas, permaneció oculto bajo las aguas del embalse de Valdecañas. Cuando se proyectó su construcción, el propósito fundamental era la mejora del abastecimiento de agua para las tierras de regadío de la comarca. No obstante, su llenado, en 1963, significaría que el Tajo ganaría terreno (hasta completar las 7.300 hectáreas que hoy ocupa), sepultando bajo sus aguas parajes de gran singularidad, entre ellos, el tesoro de Guadalperal, cuya antigüedad se podría remontar a 4.000 o a 5.000 años, y que ya en anteriores ocasiones, cuando el agua escaseaba, se podía intuir parcialmente bajo el pantano.
El Dolmen de Guadalperal había permanecido en el olvido hasta su descubrimiento, en los años veinte del pasado siglo, a raíz de unas excavaciones realizadas en la zona bajo la dirección del geólogo alemán Hugo Obermaier, quien constató la existencia de un dolmen con sus correspondientes menhires.
Una vez redescubierta esta joya megalítica, rebautizada en los medios de comunicaicón como el Stonehenge español, ya hay quien reclama su rescate; y, concretamente, la asociación cultural Raíces de Peraleda solicita su reubicación en un nuevo emplazamiento, a fin de evitar que continúe su natural deterioro, ocasionado por la acción del Tajo.
El monumento, no obstante, no es competencia de la Junta de Extremadura, sino que, al estar situado en un embalse perteneciente a la Confederación Hidrográfica del Tajo, el Gobierno extremeño ha decidido iniciar los contactos con el estatal al objeto de que se determinen las medidas a adoptar por parte de Patrimonio Cultural de Estado.
El Dolmen de Guadalperal está situado a cinco kilómetros de Peraleda de la Mata y, por tanto, ante lo que pudiera pasar, esta es una ocasión excepcional para que los autocaravanistas viajen a esta localidad y disfruten de tan singular hallazgo. Además, los autocaravanistas que viajen en familia y que gusten de practicar deporte al aire libre podrán aprovechar esta visita para conocer el patrimonio cultural y natural tanto de Peraleda de la Mata como de las localidades próximas, como, por ejemplo, Navalmoral de la Mata (donde existen varios puntos adecuados para el estacionamiento de autocaravanas), la toledana Talavera de la Reina (que cuenta con áreas para el estacionamiento de autocaravanas relativamente próximas al Parque de la Alameda), Plasencia o Trujillo (que cuenta con un área específica para autocaravanistas), dada su proximidad a Peraleda de la Mata y, en consecuencia, también al embalse de Valdecañas.